La mejor plantilla para gestionar riesgos es aquella que no sea complicada de manejar. Ya es complicado saber si algo que puede pasar es un riesgo, como además manejar plantillas extensas que, no es que estén mal, pero cuesta. Te planteo una sencilla que te ayudará a ir más rápido y al grano con los riesgos.
Qué es necesario saber sobre un riesgo
Lo básico te ayudará a entender lo que puede llegar a pasar en tu proyecto:
- Descripción del riesgo: Se trata de intentar explicar qué es lo que amenaza y por qué. Hay muchas maneras de hacerlo, pero tiene que estar la causa y la consecuencia. Eso ayudará a los interesados a entender la amenaza. Los riesgos de tipo oportunidad son escasos y los trataría como algo aparte.
- Probabilidad de que ocurra: Intenta calcularla y prepara una justificación. ya veremos más adelante fórmulas para ello.
- Impacto en el proyecto: Básicamente emplea el semáforo como gama de colores para indicar el nivel de impacto. Con eso bastará visualmente para dar a entender qué riesgos son más o menos importantes.
- Fecha máxima de mitigación: Si la conoces, informar de ella es vital. Es la fecha, una vez pasada, el riesgo se convierte en problema.
- Impacto en coste: Al final todo se reduce a que el impacto es un sobrecoste. Calcularlo no es fácil, pero se puede emplear una simple regla de estimaciones y explicarla.
- Acciones de mitigación: Si las sabes, adelante. Se trata de escribirlas lo más claro posible. Además indica el coste, siempre que lo hayas podido calcular.
- Responsable: Quién se responsabiliza, llegado el caso, de que esas acciones se ejecuten.
En definitiva, mi recomendación es que dar seguimiento a los riesgos con esta información. Ya he comentado que la mejor plantilla para gestionar riesgos es aquella que no sea complicada de manejar. Te darás cuenta que más de lo que he comentado, no suele ser necesario y puede llevarte a un exceso de trabajo.